8 de cada 10 alumnos de primaria no tuvieron pruebas este año

El dato surge de un relevamiento hecho por el Observatorio "Argentinos por la Educación".

NACIONALES 12/11/2020

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Para Gerónimo Llorente, de diez años, no haber tenido pruebas durante todo el año fue un alivio. Su hermana mayor le había dicho que en quinto grado iba a tener muchos más exámenes, y eso lo preocupaba. Pero desde que se suspendieron las clases, en marzo pasado por la pandemia de coronavirus, la situación que tuvo más parecida a una evaluación fue una presentación oral en grupo para Ciencias Naturales. "Nuestro tema eran los planetas enanos y los cuerpos pequeños. Tuvimos varias semanas para prepararlo. Me puse un poco nervioso, pero nos fue re bien", dice Gerónimo, que va a un colegio privado en Belgrano.

Su caso no es aislado: ocho de cada 10 alumnos de escuelas primarias, tanto de gestión estatal como privada, no tuvieron pruebas durante la interrupción de las clases presenciales. Del otro extremo, y en las pocas ocasiones en que los estudiantes sí rindieron exámenes, 3 de cada 4 evaluaciones recibieron una calificación conceptual, y solo 1 de cada 4, una numérica. El dato se desprende de la segunda parte del informe Análisis comparado entre educación pública y privada en contexto de Covid-19 , realizado por el Observatorio Argentinos por la Educación , que presenta los resultados de una encuesta nacional que relevó las prácticas escolares de continuidad pedagógica en el contexto actual, con los estudiantes en casa y aprendiendo a la distancia.

La familia Rozzi vive en Mendoza, y Fernando es padre de tres hijos en distintas etapas de escolaridad. Dos están en secundaria y van a un colegio que depende de la Universidad Nacional de Cuyo. El menor está en la primaria, y asiste a una escuela de gestión estatal. "Los más grandes tuvieron mucha irregularidad. Tenían tareas y trabajos con nota, pero todo dependía de cada profesor, tanto en el formato como en la frecuencia. Exámenes puntualmente tuvieron este último mes, siempre en modalidad virtual, y esta semana están cerrando sus notas definitivas -explica Rozzi-. Mi hijo menor no ha tenido exámenes, pero sí lo han ido evaluando con entrega de trabajos durante toda el trayecto de virtualidad".

La tarea corregida y la devolución de los maestros
Entre otros datos, y con respecto a las tareas y los trabajos prácticos que también menciona Rozzi, el informe señala que el 66,8% de los alumnos de escuelas privadas y el 61,4% de los alumnos de escuelas estatales siempre recibió una corrección o devolución por parte de sus maestros. Tres de cada diez alumnos, sin importar la gestión de la institución educativa, dijeron recibirla "a veces"; y solo el 10,6% de los estudiantes de las escuelas estatales respondió que nunca recibió una devolución de sus docentes, contra un 5,3 % en los privados.

Para Rebeca Anijovich, profesora de la Universidad de San Andrés y de la Universidad de Buenos Aires, esas devoluciones constituyen una forma de evaluación, aunque los alumnos no rindan exámenes: "Es interesante entender que no tomar pruebas no significa no evaluar a los estudiantes. Se abrió un escenario para abordar la evaluación desde una función formativa como una práctica que nos desafía a pensar si es posible sostenerla al volver a la presencialidad", reflexiona la especialista.

A partir de la resolución del Consejo Federal de Educación, que estableció antes de que terminara el primer cuatrimestre del año que no se calificaría con escalas numéricas las pruebas tomadas, Gabriela Azar, directora del Departamento de Educación de la Universidad Católica Argentina (UCA), considera que en las escuelas se intentó revalorizar los desempeños parciales y finales de los estudiantes en función de los aprendizajes prioritarios, esperables por grado y por área. De todas formas, Azar alerta: "Esto puede dispersar el foco de la evaluación y, sin una guía, puede traer aparejado que al retornar al aula no tengamos certezas de lo que los alumnos efectivamente han logrado aprender durante la pandemia".

El estudio sobre la situación de las familias y los alumnos durante el aislamiento, con autoría de Mariano Narodowski, Víctor Volman y Federico Braga, es el sexto de la serie La educación argentina durante la pandemia de Covid-19. En esta oportunidad, el análisis compara los datos del sector de gestión privada con los del sector estatal, basados en distintas encuestas nacionales que incluyeron a más de 500 escuelas de ambos universos. Los datos fueron recogidos en línea, es decir que los resultados son representativos de hogares con conexión a internet.

El esfuerzo docente y el conocimiento de las herramientas tecnológicas
En el análisis se profundizó sobre otros aspectos, como la cantidad de horas que los alumnos destinan a realizar las tareas; si las familias están conformes con la labor docente durante la enseñanza remota y si consideran que los chicos aprendieron menos de lo esperado durante la cuarentena. "Los resultados muestran que, tanto en las escuelas estatales como en las privadas, la mitad de los alumnos destina más de 3 horas por día a actividades escolares. Además, 6 de cada 10 familias consideran que los alumnos están perdiendo aprendizajes importantes a causa del aislamiento. A la vez, 3 de cada 4 familias valoran positivamente el trabajo de los docentes: 75,2% está conforme con los docentes en el sector privado, mientras que la cifra es 71,6%, en el sector estatal", indica el reporte comparativo.

María José Barrera vive en la ciudad de Santiago del Estero, y es mamá de tres hijos que van a un colegio privado: el menor va a sala de 5, la del medio está en segundo grado y el mayor tiene 11 años, y está en sexto. "En los primeros meses casi no tuvimos devoluciones sobre el desempeño de mis hijos. Casi a mitad de año habilitaron la plataforma virtual, y recién ahí comenzaron a recibir correcciones y respuestas de los maestros sobre el desarrollo de cada actividad solicitada. En cuanto al rol docente, tengo que destacar su desempeño, pusieron todo de su parte y guiaron a los chicos, algo que noté sobre todo con mis hijos mayores, aunque al principio les costó adaptarse a esta modalidad virtual".

¿Aprendieron menos los chicos durante la cuarentena?
Sobre el aprendizaje durante la cuarentena, y a diferencia de lo que opinó la mayoría de las familias consultadas, Barrera cree que sus hijos no solo aprendieron el contenido curricular, sino que desarrollaron otras habilidades. "El lenguaje, la comunicación con sus maestras, y mucha autonomía y responsabilidad para hacer las tareas", repasa. Rozzi, desde Mendoza, no opina igual: "Considero que aprendieron mucho menos de lo que hubieran podido de forma presencial. Y que su poco o mucho aprendizaje estuvo atado a dos condiciones fundamentales: la casa, es decir el espacio físico adecuado dentro del hogar, la conectividad, los dispositivos, el acompañamiento y grado de instrucción de la familia; y, por otra parte, el grado de profesionalidad y dominio de la tecnología del docente que les tocara. Lamentablemente, en nuestro caso fueron muy pocos los que estuvieron a la altura del desafío. Entiendo que el esfuerzo que hicieron en general es considerable, pero no siempre esa dedicación fue eficiente".

Para Gustavo Iaies, director de la Escuela de Gestión Educativa de Eseade, la escasez de evaluaciones en las escuelas es un modelo general del sistema educativo argentino sobre el que habría que reparar. "Las escuelas precisan contar con más información para abordar la situación de los alumnos y diseñar estrategias de mejora. Es necesario extender la idea de evaluación al sistema educativo, con el objetivo de contar con insumos claros para planificar el trabajo", concluye el experto.

fuente: La Nación



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