CORRIDAS, CASCOTAZOS Y OTRA VEZ AUTOS DESTROZADOS EN UN PARTIDO DE LIGA ESPERANCINA

Se adelantó anoche un encuentro de zona norte anoche de Liga Esperancina en divisiones superiores. 

A pesar del mal clima, y luego del partido preliminar de reserva, el plato fuerte de la noche transcurría con total normalidad, yéndose ambos  equipos al entretiempo con un 1-0 justo a favor de la visita con gol de Cristian Voelky. 

Pero a los 10 minutos del complemento, y cuando Juventud ya había ampliado la ventaja por un gol en contra, simpatizantes del equipo visitante salieron a las corridas del predio por calle Vicentín, alertados de que alguien había pintado con aerosol y/o dañado el micro que los había transportado desde Esperanza.

Ahí es cuando, sin preguntar ni mediar, este grupo de inadaptados comenzó a tirar piedras y cascotes a la parcialidad local mientras rompían autos al pasar. Mientras tanto, la gente de Nelson no comprendía el por qué de las agresiones y procedieron algunos a resguardar a niños y ancianos de los proyectiles, mientras que otros salieron afuera a ver que sucedía.  

Según este portal pudo averiguar con fuentes de confianza de esta localidad, estas agresiones sorpresivas  fueron respondidas por un grupo de hinchas locales que trenzaron a golpes de puño con los denominados "barra de la 45". Por otro lado, miembros de esta agrupación comentaron en este portal que ellos solo se acercaron a hablar y recibieron botellazos, por eso se defendieron.

La policía, la cual cobra altos adicionales a los clubes y falla en la mayoría de estos procedimientos, hizo lo que pudo para dispersar el tumulto. Algunos dirigentes de ambas instituciones se acercaron a separar y calmar las aguas y mientras tanto el árbitro del encuentro, al divisar las corridas y escuchar los gritos o golpes sobre los vehículos, decidió suspender por unos minutos el partido. 

Al parecer, y cuando todo se calmó, surgió la información de que en realidad los que dañaron al colectivo, habían sido jóvenes del pueblo, relacionados con el otro club, Boca de Nelson, equipo que ya había tenido problemas con los esperancinos en cuestión. 

El partido se reanudó unos 25 minutos después, Juventud ganó 2-0. 

Por lo que pudimos saber, la policía actúo de oficio y revisaría hoy las cámaras del lugar para sumar información a la investigación. Desconocemos si identificaron a quienes iniciaron el conflicto o si identificaron a quienes dañaron los automóviles de Nelson. Por lo general, todo queda en la nada, a veces hasta ni siquiera hay denuncias, comunicados de los clubes pidiendo perdón o menos aún detenidos.

Los que conocemos el paño de LEF, sabemos que esto no es la primera vez que sucede. Si revisamos archivos tan solo el año pasado hubo al menos 10 hechos de violencia (seguramente nos quedemos cortos) entre corridas, roturas de autos y micros a cascotazos, agresiones a jugadores a cascotazos desde techos de cantinas, agresiones a autos a la salida de los pueblos, agresiones árbitros de parte de jugadores y hasta de madres de inferiores. Sin contar que hace solo una semana, un partido del Senior entre Libertad de Nelson y Juventud de Paiva se suspendió tras una golpiza de un jugador local al árbitro del encuentro.

Lo más triste es que, mientras seguimos buscando culpables o señalando con el dedo al de al lado, sin tener acciones concretas puertas adentro, los que pagan los platos rotos son las familias que simplemente quieren ir a ver un partido de fútbol. Si seguimos por este camino, serán cada vez menos. 

Dato para agregar y no menor. A pesar de que no se hizo público, al inicio de este torneo el Club Mitre emitió internamente una lista de derecho de admisión sobre una decena de individuos que seguían al primer equipo con el seudónimo "La Barra de la Patria Roja", tras unos conflictos para con otras instituciones el año pasado y por disturbios que provocaron entre ellos en una de las primeras fechas de este Apertura 2024.

Quizás sea ese uno de los caminos que deberían tomar dirigentes del resto de los clubes, acompañados por sanciones disciplinarias también de LEF y una policía que prevenga y actúe a tiempo, aunque lamentablemente, lo más probable es que se deje pasar de largo nuevamente el problema, hasta que vuelva a suceder una vez más, esperando claro, que no pase alguna vez a mayores y haya que lamentar cuestiones de las que conocemos no tienen vuelta atrás-