"CUANDO VOLVÍ DE LA GUERRA, ME BAJÉ DEL COLECTIVO Y ERA UNO MÁS EN EL PUEBLO"

El ex combatiente pilarense Rubén Riedweg, nos cuenta detalles nunca antes narrados sobre sus largos días en Malvinas. Desde el llamado a la colimba, su actividad en el Buque Ara Bourchard, hasta su regreso sin dinero ni reconocimiento al pueblo.

LOCALES 02/04/2023

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Un nuevo 2 de abril, y todos pensamos en Malvinas. Y si a la vez somos pilarenses, pensamos en Rubén Riedweg, quien fue uno de los ex combatientes locales, que estuvo en el frente de batalla desde el Ara Bouchard. El año pasado, iniciada la cuarentena, hicimos un reportaje vía Facebook Live que quisimos rememorar, ya que es normal verlo a Rubén en actos patrios, al frente de un micrófono, pero pocas veces pudimos aprovecharlo para que el relato sea pausado y detallado, y aquí lo tenemos, desde el día uno, hasta su regreso a Pilar. 

"En el año 79 estaba terminando 5to año en el Instituto Gral San Martín, y como todos los finales de año, se hacía el sorteo, transmitido por radio nacional, para que los ciudadanos clase 1962 realicen el servicio militar obligatorio. En el caso mío, me tocó el número 967, por ende me tocó Marina. Recuerdo que mi viejo me golpeó el pecho y me dijo: "Ahí te vas a hacer hombre, la colimba no es la guerra, así que vaya mi hijo tranquilo". 

"En Agosto de 1981 nos llamaron y nos presentamos en el Regimiento 12º de Infantería de Santa Fe y de ahí nos trasladaron en tren a Punta Alta (Campo Sarmiento), estando unos 55 días de instrucciones y luego nos fueron destinando en diferentes lugares. En mi caso en el Destructor ARA Bouchard (D-26). La verdad que la pasábamos muy bien, salvo en el primer viaje que me descompuse un par de veces, pero después uno se acostumbraba a los movimientos y al oleaje. Ese buque hacía diferentes viajes desde Puerto Belgrano a Ushuaia, ida y vuelta. A finales de Marzo de 1982, estábamos en Mar Del Plata, cuando nos solicitan que vayamos nuevamente a Puerto Belgrano, y el 27 de Marzo zarpamos de Puerto Belgrano al Sur sin saber que pasaba, solo 3 personas sabían a lo que íbamos. "

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Al llegar al sur, vimos toda la flota de mar argentina, algo raro sucedía, pero no sabíamos bien que, hasta que el 1º de Abril el Primer comandante nos habla y nos dice que a partir de las 0:00hs del día siguiente, empezábamos a recuperar Malvinas. 

Nosotros creíamos que había problemas con Chile, por el problema que venía con el canal de Beagle. Pero lo de la recuperación, según los militares era la de recuperar Malvinas por una semana y volver, porque en 1983 se cumplirían 150 años de la ocupación británica de las islas y según ellos, si esa fecha llegaba, luego nadie iba a poder reclamarlas. La consigna era recuperar Malvinas sin que haya muertos, ni del bando nuestro ni el de ellos, pero si hubo una muerte, un teniente argentino. Mientras tanto, el pueblo argentino, que hacía unos días venía pidiendo que se vayan los militares, al enterarse de esa recuperación, salieron a la calle a aplaudir a los militares para que se quedaran para siempre.

Tras varias horas de análisis y controversia en el Parlamento y el Gobierno inglés, el primer lord del Mar Henry Leach convenció a la primera ministra Margaret Thatcher de movilizar la flota para retomar el control de las Malvinas. El almirante británico contó después que creía que «estaba en juego» el prestigio de su país. Rubén así lo recuerda: "nosotros sabíamos que si ellos desembarcaban iba a ser difícil mantener  poder sostener la recuperación, y lo fue." 

Hasta el 2 de Mayo, hicimos trabajos de control, arriba del buque y navegando del lado sur de las islas. Eran días tensos, porque Inglaterra ya había avisado que todo lo que esté a 200 millas de las islas iba a ser atacado. Y así pasó con el Belgrano. Ese día se iba a hacer un ataque tipo pinza, en la parte norte el portaviones 25 de Mayo lanzanod sus aviones, y en la sur íbamos a estar el PY, el Belgrano y el Buchard para entrar por el estrecho de San Carlos y atacar por sorpresa. 

Pero en el sector sur, el mar estaba muy picado, había olas de hasta 8 metros, mientras que en el norte, el mar estaba calmo, y eso complicaba el despegue de los aviones, que necesitaban un viento de frente de 60 nudos y el portaviones ir a 40 nudos. Lamentablemente no pudieron salir. Y cuando a nosotros nos dan la orden de regresar porque se suspendía el ataque pinza. En ese regreso, eramos 3 buques (Piedrabuena, Buchard y Belgrano) nos sorprende el submarino nuclear HMS Conqueror disparando 3 torpedos, dos de ellos dan en el Belgrano y uno en el buque nuestro. Recordemos que nuestros buques eran de la 2da guerra mundial, teníamos radares y maquinarias antiguas dentro, nunca vimos a ese submarino. 

El capitán del submarino declaró después que la elección del arma usada fue dictada por la antigüedad del mismo crucero: un torpedo de la Segunda Guerra Mundial hundiría a un crucero del mismo período. El primer torpedo mató a 274 tripulantes. Eran las 17:00hs.

"Yo pertenecía a la segunda división, estaba cubriendo puesto de combate en la torre de popa. Estábamos trepando una ola de 10 metros, escorado hacia babor, pega el torpedo, baja y explota, nivelando la proa. un olor a pólvora increíble. No tuvimos tiempo a hacer nada. 

"La avería nosotros la fuimos reparando desde que pudimos reestablecernos. Así que mientras navegábamos íbamos sellando la grieta y con bombas sacábamos el agua."

Las condiciones meteorológicas eran precarias, había una fuerte tormenta que dificultó seriamente a los buques llegar a la zona. El Piedrabuena fue el primero en hacerlo, pero en el punto de contacto (donde se presumía que había sido el ataque) no quedaban rastros, ni del ARA General Belgrano, ni de las balsas salvavidas.

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Aproximadamente a las 13:00hs del lunes 3 de mayo, el avión Neptune 2-P-111 de la Armada Argentina, logró el contacto visual con las balsas. Rápidamente se dio aviso a las demás unidades de búsqueda del avistamiento de un gran campo de botes salvavidas que se extendía por aproximadamente dos millas marinas (unos cuatro kilómetros a la redonda), y que se encontraban cerca del destructor Piedrabuena.

Comenzaron así los trabajos de rescate, siempre dificultados por la fuerte tormenta que azotaba el Atlántico. En gran parte de las balsas se encontraba algún fallecido, heridos, quemados, y la mayoría de los supervivientes presentaba principios de hipotermia en algunas partes de su cuerpo (en casi todos los casos las piernas). En total se rescataron 770 náufragos de una dotación de 1093 personas.

"Nosotros rescatamos a unos 30 o 40 sobrevivientes, porque no podíamos parar el buque ya que si paraba, no arrancaba mas. Llegamos con los sobrevivientes a Ushuaia y nos asignan una nueva misión, que era la de custodiar la costa desde Río Gallegos hasta Río Grande. El 16 de Mayo, estábamos en fondeados en Río Grande, repelimos con 2 disparos la Operación Mikado, que luego los ingleses admitieron que el Buchard las evitó. El plan era atacar la Base Aeronaval Río Grande. Si hubieran entrado al continente, quizás se armaba la 3er guerra mundial, porque ahí si se hubiesen metido otros países.  

"Yo estuve siempre en lo naval y es lo que pude ver y sentir. Pero hay que destacar también a los pilotos de aviones argentinos, los cuales fueron felicitados hasta por los propios ingleses. Muchos de ellos aterrizaban con los motores sin nafta. Los soldados en tierra fueron los que peor la pasaron, por el frío, el hambre, las condiciones en que pelearon, la pasaron muy muy mal. "

"A mi lo que más me indignó, es que hicimos lo que pudimos, es que teníamos todas las balsas salvavidas del buque que ninguna se abrió, ninguna servía, si ese torpedo nos hundía, no estaría acá contando la historia."

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En ese reportaje, le preguntamos a Rubén si volvería a hacer todo lo que hizo por Malvinas en el caso que pudiera decidir que nuestro país intente nuevamente tomar esas tierras y nos respondió: "Yo si volvería, porque las islas son nuestras desde siempre. Si vas a la OTAM, te dicen que tenemos razón, pero nunca lo firman. Y la política de nuestro país no estuvo a la altura, para que las fuerzas armadas custodien el país y recuperen lo que es nuestro. Desde Alfonsín para acá, nadie se ocupó del tema como deberían hacerlo."

La guerra terminó el 14 de Junio. Los tripulantes del Bouchard, entre ellos Riedweg, tuvieron que quedarse unos largos días más. Primero entrar a Ushuaia a proveer el barco de combustible, luego esperar 3 días más a las posibles balsas salvavidas que pudieran aún aparecer desde el oceáno y después realizar las últimas escuhcas de espionaje a chilenos o ingleses que podrían aún no entender el final de la guerra e ir por mas. 

"Desde el regreso de la gesta de Malvinas a la llegada a Puerto Belgrano, vimos la desolación que había en ese lugar, fuimos el último buque en regresar, nos empezamos a dar cuenta que se venía la "Desmalvinización". Quisieron tapar el sol con las manos, cosa que no pudieron. Los primeros años no nos dejaban hablar del tema, hasta que empezaron a formarse los primeros centros de ex combatientes, tuvimos voz y opinión en todo el país. Recién en el año 1991 nos da el Gobierno Nacional nuestra primer medalla, cuando se forma la federación provincial y nacional de centros de Ex Combatientes, antes de eso nadie nos había reconocido aún.  En mi caso en particular, recién 25 años después me hicieron un test psicológico en Santo Tomé, para reconocernos como ex combatientes de parte del estado. 

Nos llenó de intriga sber como fue ese retorno al pueblo de sus raíces, ya que por primera vez iba a suceder que un soldado pilarense volvería a pisar la localidad luego de venir de una guerra de conocimiento mundial. "El recuerdo del retorno a Pilar fue pésimo. Nos largaron sin plata y solo por un fin de semana, porque uno seguí supuestamente en la colimba. Recuerdo que había una empresa que se llamaba Ñandú del Sur, que traía conscriptos desde Bahía Blanca hasta Rosario, Santa Fe y a Paraná. Hablamos con el dueño de la empresa y les dijimos que estábamos con lo puesto. Este empresario nos trajo hasta Santa Fe y le prometimos que al regreso le íbamos a pagar los 2 boletos, y así fue, nuestros padres nos dieron ese dinero para volver el lunes nuevamente a  la base de Bahía Blanca a continuar con nuestras responsabilidades. El estado y los militares, brillaban por su ausencia.  

"Cuando llegué a Santa Fe en ese primer y fugaz regreso, me tomé el San Cristóbal a Pilar, me bajé del colectivo y no había nadie en el pueblo, ni el loro!!! recuerdo que hacía un frío!!! Era uno más del pueblo, estuve un par de días en casa encerrado y contando todo lo vivido, per no caía y veía que mi familia tenía otra historia sobre lo sucedido en la guerra. El lunes de vuelta a Bahía Blanca. Así fui y vine un par de veces hasta nos dieron definitivamente de baja, también nos enviaron sin plata. Esa vez la empresa San Cristóbal no nos quiso dar el boleto gratis desde Santa Fe, como si nos había dado gratis el de la empresa Ñandú del Sur en el último viaje a casa. Recuerdo que un señor de portafolio, nos vio y nos dijo, uds suban igual y vayan para atrás de las últimas butacas, cuando pidan boleto ya vamos a estar en la mitad de la ciudad y si se rehúsan a bajar la gente los va a defender y nos lo van a bajar, y así pasó. Era esa la dura vida del colimba, no éramos para nada reconocidos. 

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EL RECONOCIMINETO TARDÍO: "En Pilar hasta mediados de los 90, nunca tuve reconocimiento alguno en el pueblo, lo mismo pasaba con colegas de otras localidades vecinas y de todo el país. El único que en Pilar me recibió como un héroe fue el Mario Schnnider. Me vió bajar del colectivo en la esquina de la Óptica Karlen, estaba saliendo del banco y me vió caminar hacia el lado de mi casa. Me abrazó, me levantó en andas, me felicitaba.  

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Para finalizar, no quisimos dejar de tener unas palabras finales sobre lo que para RUBÉN significa la palabra MALVINAS: "Para muchos Malvinas fue un negocio, y para otros tantos una tristeza. Con las guerras pierden los que pierden y los que ganan. Los soldados ingleses sufrieron lo mismo que nosotros, la desmalvinización y el uso de sus tropas y vidas para algo que se podría solucionar sin muertes. Con el soldado inglés no tengo rencores, ellos cumplían su función y les pagaban por eso. Pero con los chilenos si quedó un recelo. Porque su ayuda sirvió para perjudicarnos. El único país que nos ayudó fue Perú, que nos dio 10 aviones con los misiles y nosotros de tan generosos que somos no les devolvimos ninguno. Solo una ambulancia equipada con todos los chiches, que el centro de veteranos de Santa Fe con los de Rosario les llevaron hasta allá como agradecimiento. Ese gesto muy pocos lo conocen. Malvinas no es solo el 2 de abril, es todo el año"



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