LOS ALTOS SUELDOS QUE REVOLUCIONAN LA LIGA ESPERANCINA EN 2025

El mercado de pases rompe récords y genera debate en medio de la crisis económica que azota al país y preocupa a los clubes de la zona.

DEPORTES - FÚTBOL29/12/2024EditorialEditorial

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Tras el interés generado por un artículo reciente sobre el mercado de pases en la Liga Esperancina de Fútbol (pueden ver la nota en ESTE LINK), decidimos profundizar en los números que se manejan para 2025, donde, a pesar de la crisis económica en Argentina, algunos jugadores llegarán a cobrar cifras cercanas a $1.500.000 mensuales.

Es evidente que cada club tiene el derecho de pagar lo que considere adecuado por los servicios de sus jugadores, sean refuerzos o surgidos de sus divisiones inferiores. Este 2024, la modalidad predominante para los pagos fue por partido jugado, con cifras que oscilaron entre $20.000 y $50.000 por encuentro. También hubo un caso donde un delantero arregló su mensual a través de la moneda estadounidense: U$S 300.

Sin embargo, algunos jugadores han logrado asegurarse ingresos fijos mensuales, incluso en pretemporada, independientemente de su rendimiento o participación. Estos contratos, reservados para quienes destacan por su nivel o trayectoria, oscilaron la temporada que se acaba de ir entre $200.000 y $600.000 mensuales en 2024.

Los altos sueldos contrastan con la realidad económica del país, donde la mayoría de las familias, empresas y hasta entidades deportivas l públicas realizan malabares y ajustes para subsisitir.

Incluso la propia Liga debió tomar medidas al respecto, cambiando la marca del balón oficial por una más económica, lo que permitirá a los clubes pagar solo la mitad de lo que costaban los modelos anteriores.

Mientras tanto, los números de cara a 2025 muestran un incremento significativo. Jugadores que en 2024 cobraban $600.000 mensuales ahora percibirán hasta $1.500.000. Este aumento no solo responde a la ambición de un club por asegurarlos y soñar con alguna remota posibilidad de campeonar a nivel amateur, sino a la competencia entre varias instituciones, con ofertas que llegaron a $800.000, $1.000.000 y $1.200.000 por el mismo jugador y otros que se arrimarían desde otras ligas ya acostumbradas a los altos pagos. Volviendo a hablar del pago en dólares, transcendió que uno de los mejores jugadores de Esperanza y zona, recibió una oferta de U$S 1.000 mensuales para vestir la casada de un equipo del Norte.

Hasta en algunos casos, se revivió la práctica de ofrecer empleos temporales o permanentes como incentivo adicional, aunque la prioridad sigue siendo el dinero en efectivo.

En contraste, dentro de los 25 clubes de Primera División, hay una mayoría de futbolistas que no perciben remuneración alguna. De hecho, muchos "pierden plata" al dedicarse a este deporte: costean sus botines, combustible, cuotas societarias y sacrifican tiempo laboral o personal para entrenar y competir.

Por otro lado hay algunos pocos locales que si reciben unos mangos semanales, estos montos varían entre $5.000 y $15.000, lo que implica un promedio de $180.000 por partido (sin contar refuerzos) de costo para el club. Y todos sabemos que los números de apertura de cancha en LEF, salvo en finales, no dan para semejante gasto, Salvo que vendas 300 choripanes o abone la entrada el triple de la gente que normalmente se acerca cada domingo.

Los cuerpos técnicos también representan un gasto que antes era inexistente en algunos casos. Si bien muchos entrenadores aceptan estos roles por pasión, hoy el 100% de los equipos remunera al menos a uno o dos integrantes de su staff. Los valores para 2025 son los siguientes:

DT Primera División: entre $150.000 y $500.000 mensuales.
Ayudante de Campo/DT Reserva: entre $100.000 y $300.000.
Preparador Físico: entre $150.000 y $500.000.

La semiprofesionalización de la Liga Esperancina avanza, pero las cifras manejadas en su mayoría por dirigentes o empresarios que solventan los montos que exigen estos futbolistas (ojo, hablamos de 5 o 6 clubes por sobre 25 que compiten), generan un debate profundo en un contexto donde los contrastes económicos son cada vez más evidentes. 



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