EL TENIS Y EL COMPROMISO, COMBINACIÓN PERFECTA EN LA CARRERA DE AZUL MALATINI

Cuando en 2021 Azul Malatini tenía apenas 18 años y se preparaba para dejar su Pilar natal con una beca deportiva bajo el brazo, nos contaba con timidez y entusiasmo cómo había llegado a concretar ese sueño que parecía lejano. A cuatro años de aquella nota, nos volvimos a contactar con ella para contar, ahora con la perspectiva de quien ya atravesó todo ese proceso, cómo fue la experiencia de haberlo logrado.

“Me vine para Estados Unidos en enero del 2021, antes de cumplir 19. Fue un proceso largo y hubo que hacer muchas cosas, como rendir el examen de inglés, hablar con mi coach, organizar papeles, coordinar la visa... y todo en plena pandemia. Pero terminé organizando todo a tiempo para irme”, relata desde Louisiana, donde actualmente trabaja como entrenadora de tenis en un country club.

Azul fue recibida por la College of Coastal Georgia, en la ciudad de Brunswick. Allí compitió durante cinco temporadas en el equipo de tenis universitario, jugando tanto en singles como en dobles, ocupando posiciones de elite a nivel universitario entre el puesto 2 y el 6 en singles, y del 1 al 3 en dobles.

“Estoy feliz de haber elegido este lugar. Me permitió jugar contra universidades muy buenas, conocer lugares increíbles y, sobre todo, conocer gente que hoy es como familia para mí”.

En cuanto a lo académico, asegura que no fue un camino sencillo pero sí muy valioso. “No tenía claro qué quería estudiar cuando llegué, pero como los primeros años son generales, me dieron tiempo para pensarlo. Después decidí que quería seguir Contabilidad. Ahora me falta solo una materia online, y el 31 de julio me gradúo oficialmente”, dice con orgullo. Su título será Bachelor of Science in Accounting with a Minor in Public Management.

“Fue difícil adaptarse al principio. Estar tan lejos, sola, viniendo de un pueblo y de una familia que siempre estuvo ahí para ayudarme... no fue fácil. Pero yo sabía que quería seguir jugando al tenis, y esta era una oportunidad única para hacerlo mientras estudiaba”, confiesa.

Mientras espera que le aprueben el OPT (permiso laboral que se otorga a estudiantes extranjeros recién graduados), Azul proyecta quedarse un año más en Estados Unidos. “La idea es quedarme hasta agosto del año que viene, trabajando ya sea en tenis o en algo relacionado con mi carrera. Todavía no está decidido, pero no descarto volver a Argentina después”.

Azul también se tomó el tiempo para agradecer especialmente a los suyos. “Mi familia fue clave. Fueron los que hicieron posible que todo esto pase y los que siempre estuvieron ahí apoyándome en cada decisión. Sé que no fue fácil para ellos tampoco, pero gracias a su apoyo pude disfrutar de jugar college tennis y recibirme”.

En aquella nota del 2021, Azul nos contaba sus inicios en el deporte que le cambió la vida: “Empecé a jugar al tenis en el Club Atlético Pilar cuando tenía 8 años. Después tomé clases durante dos años y medio, y decidí pasar a entrenar en el Lawn Tenis Club de Esperanza. Ahí fue cuando empecé a competir en la Liga de Tenis del Litoral Argentino”.

A lo largo de ese proceso, tuvo un acompañamiento clave: “Mi profesor Fabián Plantón me acompañó todos estos años. Participé en torneos regionales, nacionales e internacionales. El tenis me dio muchísimo, incluso más de lo que imaginaba. Me abrió puertas, me ayudó a crecer y me permitió vivir experiencias increíbles”.

Así, desde el silencio, la constancia y la resiliencia, Azul Malatini construyó su camino. De la bici con raquetas rumbo al club en las frías mañanas de Pilar, a la universidad en el sur de Estados Unidos. Una historia real que inspira y demuestra que, cuando el esfuerzo es sincero, los sueños se cumplen.

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Sabemos que hay muchas Azul triunfando por el mundo. No hace falta que sean oriundas de Pilar. Si conocés alguna de estas historias, no dudes en contactarte 3404-500046