
El hecho ocurrió este viernes y fue presenciado por testigos. Aparentemente, el trabajador reaccionó luego de soportar reiterados malos tratos laborales.
Guillermo y Alejandro, padre e hijo por elección y vocación, restauraron el reloj y campanario de Pilar y compartieron con INFO Mercury su conmovedora historia de vida.
03/07/2025Cómo más de un lector de nuestro portal sabrá, durante los últimos días, el histórico reloj y campanario de la Parroquia Nuestra Señora del Pilar fue testigo de una obra que quedará para siempre en la historia de los pilarenses. Pero en toda historia hay protagonistas con sus propias historias, hoy les contaremos la de "los relojeros" que tuvimos trabajando estos días en el pueblo, seguramente les va a sorprender y fascinar.
Mientras avanzaba la restauración y automatización del antiguo reloj –un proyecto clave rumbo al 150º aniversario de nuestra localidad–, desde INFO Mercury tuvimos la oportunidad de conocer a Guillermo del Valle y Alejandro, los protagonistas de esta obra. Son propietarios de GNOMON, la empresa cordobesa que trabaja en la puesta en valor de campanarios y relojes monumentales a lo largo y ancho de Sudamérica.
Pero lo más impactante no fue su destreza técnica, sino la historia que los une: son padre e hijo, aunque no por sangre, sino por elección y amor.
Guillermo conoció a Alejandro cuando el niño tenía apenas ocho años, en un pequeño pueblo de Misiones llamado El Soberbio.
Por aquel entonces, Guillermo recorría las rutas en moto junto a un amigo, y tras un desperfecto en la selva, terminó en un taller donde Alejandro, con apenas 8 años, lo asistió en plena tarea mecánica.
La conexión fue inmediata. Al ver al pequeño en una situación vulnerable, le ofreció contención, diálogo y oportunidades.
“Me preguntó por qué no estaba en la escuela, en vez de estar trabajando. Le dije que en mi pueblo, el que si estudiaba y le dije que estudiaba no comía”, contó Alejandro en conversación con este portal. A partir de allí, empezó una historia que cambió para siempre la vida de ambos.
Guillermo, quien no tenía familia ni hijos, y que también había Sido adoptado en su infancia, le prometió un futuro diferente, ligado sobre todo a los estudios y a las oportunidades de la mano del trabajo y buen comportamiento. Alejandro sin pensarlo, aceptó rápidamente la propuesta del por entonces desconocido.
Al día siguiente, y luego de conocer a la familia completa, la cual vivía en una situación de total humildad (son 8 hermanos) Guillermo logró obtener la autorización de los padres biológicos y de un juez para llevarlo a Córdoba.
Desde entonces, lo crió como su propio hijo, le brindó educación, acompañamiento y, sobre todo, afecto. Recientemente, tras varios años compartidos, la Justicia les dio el último gran gesto simbólico: la adopción plena de Alejandro como hijo mayor de edad, algo poco habitual en la legislación argentina.
"Yo no sabía que tan lejos quedaba Córdoba. Al llegar a esa gran ciudad al principio me dió miedo e incertidumbre. No fue para nada fácil, cada tanto volvía, lo hice hasta los 17 años pero notaba que en Misiones iba a tener menos oportunidades, sobre todo laborales y de crecimiento" manifestó Alejandro al relato. Con el pasar del tiempo el niño se convirtió en adolescente, en hombre y hoy formó su propia familia, haciendo abuelo a Guillermo.
Hoy, padre e hijo trabajan juntos viajando por todo el continente, restaurando y automatizando relojes históricos. Han pasado por monumentos tan emblemáticos como el Cabildo, la Casa Rosada o la Casa de Tucumán, y esta semana, estuvieron en Pilar, dejando su huella en el corazón del pueblo.
Desde su residencia en Colonia Caroya, y con sede en Jesús María, la empresa GNOMON sigue sumando proyectos, pero esta vez Pilar tuvo el privilegio de ser parte de su recorrido y, sobre todo, de esta historia de vida que reafirma que los vínculos más fuertes no siempre están marcados por la sangre, sino por el amor que se construye día a día.
Aquí una foto de hace 3 años, cuando quien escribe y dirige este medio, los recibió como parte del Museo de Pilar para cotizar la obra que hoy es realidad y que el 9 de Julio se inauguran para toda la comunidad.
El hecho ocurrió este viernes y fue presenciado por testigos. Aparentemente, el trabajador reaccionó luego de soportar reiterados malos tratos laborales.
Falleció en Pilar a la edad de 28 años el joven Pablo Ernesto Pinzano. Sus restos son velados en sala de jubilados y recibirán sepultura mañana martes en el Cementerio parroquial previo oficio religioso en la Parroquia Ntra Sra del Pilar a las 10,30 hrs.
La comisión del Sesquicentenario brindará una conferencia de prensa para dar a conocer los detalles de la obra y la campaña de recaudación de dinero.
Se firmó en Santa Fe un acuerdo que beneficiará a vecinos e instituciones de la localidad
Guillermo y Alejandro, padre e hijo por elección y vocación, restauraron el reloj y campanario de Pilar y compartieron con INFO Mercury su conmovedora historia de vida.