JUNTARON PAÑALES EN EL SEPELIO DE SU BEBÉ Y LOS DONARON A LOS MAS NECESITADOS

Muchos pilarenses, santafesinos y vecinos de la región que une estas localidades, conocieron, sintieron hablar y siguieron de cerca la historia de Félix, un bebé que llegó a sus vidas para que sean para siempre distintas. 

Esta pareja estaba a punto de tener hace unos meses un parto por inducción que al parecer no traería ningún tipo de complicaciones, hasta que llegaron y todo cambió. 

"El parto iba ser una experiencia bárbara pero lo que sucedió no me lo explico, hubo una descompensación en mi cuando me empezaron a pasar oxitocina, no tuve nunca una contracción pero si una baja de presión, como que me quería dormir. Para todos era normal, aunque empecé con vómitos, me puse toda colorada, se me marcaron todas las venas, pasamos de urgencia para la sala de cesárea donde sacan a Félix rápido, yo no escuché el llanto nada, tampoco lo veía. Llegué con 5 de presión, me temblaba la mandíbula. German estaba al lado mio, de la mano, le pedí que lo mire, que haga una conexión con él. Germán ya lo había visto, fue como ver a su hijo muerto. Lo reanimaron y llevaron a la neo. Yo terminé en terapia intensiva, a los 2 días lo conocí a Félix." así Rosario narraba en una entrevista con TODA SANTA FE, esos primeros desesperantes minutos en los que ambos, madre e hijo, peleaban por sus vidas. 

Desde ese momento, cada minuto fue una ganancia y un nuevo rezo de miles de personas que comenzaron a orar por su recuperación. Tanto mamá como papá decidieron compartir día a día lo que iba pasando con su bebé, y de una manera muy particular, mediante videos, fotos y sobre todo texto, del que llega a lo más profundo del corazón y lo desgarra. Quienes conocen a esta pareja saben que los une la pasión de la literatura, y en especial Rosario se expresó con su arte ante cientos de usuarios que arribaban de todas las partes del mundo a la trágica vivencia familiar que se hizo pública y ellos se encargaron de desdramatizar y buscarle un por qué. 

Pasaron los duros días en la neo, y llegó meses después el turno de ir todos a casa, aunque yendo y viniendo a controles periódicos, inclusive por alguna que otra recaída, y sumando a tanta infortuna, una noticia que pegó muy fuerte en el entorno familiar y de amistar, cuando unos estudios descubren una enfermedad en papá Germán, por la que también hubo que preocuparse y ocuparse. 

Con todas estas complicaciones, la familia salió adelante y hasta festejaron el casamiento juntos, los 3, rodeados de sus seres queridos y llenos de vida. Llegó así la luna de miel, la cuál tuvo rumbo a Italia y por una cuestión muy particular:

"Caminábamos por la costanera y, a modo de divague, hablamos de viajar. No era posible y por eso seguimos imaginando cómo sería, por qué ahora, qué con Félix. ¿Un destino? Italia. El motivo: encontrarnos cara a cara con Carlo Acutis y Santa Rita, en especial. Era un divague, pero algo habrá pasado en el sueño, porque a la mañana siguiente los dos nos miramos en serio. Buscamos alternativas de pasajes, préstamos inmediatos y empezó la planificación. Germán se ocupó al detalle del desarrollo de las tareas para Félix, armó una minuciosa planilla y otra para nuestro itinerario, con mucho cuidado de los tiempos, pues todo el que pasáramos afuera nos privaría de nuestro bebé. Intensa era mi emoción, no podría haberme imaginado a los pies de quienes todos los días reciben mis plegarias....Antes de que naciera Félix habíamos especulado con un viaje al que iríamos los tres, pero en dos meses terminó concretándose uno sin él, buenas nuevas sobre la salud de Germán, una fiesta de casamiento y un regreso imprevisto...

El viernes a la mañana nos sorprendió el llamado en un taxi. Deliberamos sobre llevarlo al sanatorio, nos explicaron que lo necesitaba. Hablamos lo que teníamos que hablar (todavía nos preguntamos qué habrá pensado el taxista, testigo de ese momento raro, tenso)....Acabábamos de llegar a Milán y estábamos lejos (de Santa Fe y de Milán). Como para pasar el tiempo, la decisión fue seguir con la visita que teníamos prevista para el día: La última cena. Antes de entrar, fuimos a una Iglesia y frente a Santa María de la Gracia pedimos con la suficiente fuerza por Félix. Lo de siempre: que lo envuelva la ternura, que no sufra, que sane. El recorrido por el Cenáculo Vinciano fue breve, como la vida de Félix. Es así: ofrecen una entrada donde una guía explica el mural en el que hay trece personas con trece actitudes diferentes, símbolos y la identidad del propio Da Vinci desplegada en la mesa. Breve y profundo. Breve y cuántos días de colores y pinceles." Narra en uno de sus posteos en redes sociales Rosario, sobre el momento en que la luna de miel se convirtió en un momento místico y clave a la hora de comenzar  a despedir a Félix.

"Félix acaba de morir" escuché por la cámara de la cocina de casa. Llamé a mi mamá para decirle que no me dijera nada. Ya lo sabíamos. Agradecemos que nadie haya tenido que cargar con un mensaje tan pesado. Pienso en que lloré los días previos al viaje porque lo iba a extrañar hasta el regreso y agradezco que lo mimoseé, lo olí, lo besé por todas partes. Me lo guardé en el pecho, y menos mal que para siempre. Quizás era este el sentido del viaje: que nos cruzáramos en el camino, que cada uno pusiera lo que traía, hacernos el picnic más feliz de nuestra vida y después continuar el rumbo, satisfechos por cargar con una de esas historias inolvidables." agregó en la misma publicación mencionada, la cual  tuvo como siempre cientos de comentarios y abrazos de dolor y compasión a la distancia. 

Desde INFO Mercury, a pesar de ser tan pública la triste noticia, nunca nos animamos a compartirla, aunque estábamos atentos a la diaria como mucha otra gente que quizás ni sepan la seguían. Al fallecer (trascender) pensamos que no era nuestra historia, era la de ellos y llegaría hasta donde ellos quisieran impulsarla. decidimos esperar a que se confirmara la misma a través de los propios medios de comunicación de la Parroquia local, la cual unos días después nos avisó cuando y dónde serían el velorio y el sepelio del bebé. 

Rosario y Germán, decidieron que la gente que diera el último adiós a su angelito, llevara pañales al encuentro, y así fue como luego, el ´fin de semana pasado, juntos los llevaron a Barrio Norte de Pilar, precisamente a la ex estación del ferrocarril y los entregaron a familias que quizás sin conocer la historia de Félix, lo sintieron muy cerca, dentro de cada gesto y agradecimiento concedido.

"El domingo estuvimos entregando parte de los pañales recibidos en el velorio de Félix. Fue un día muy especial porque, sin habérnoslo propuesto, estábamos en el octavo cumplemes del gordo. Nos acercamos al barrio del ferrocarril, charlamos con varias familias y conocimos a sus bebés. Contamos el origen de estos pañales, la historia de Félix y pedimos permiso para estas fotitos. No porque nos interese mostrarlo como caridad, sino por el espíritu de compartir lo que nosotros terminamos recibiendo en ese encuentro (además de que es justo que puedan ver dónde van yendo los paquetes).  Nos quedamos con la sensación de que hay tantas cosas que podemos hacer en nombre del dolor, que es importante conducirlo por el canal adecuado. Ese es nuestro trabajo de todos los días. Gracias por la fuerza, gracias por sumarse en la propuesta."  comentó Rosario en la red social donde además mostró las fotos del momento de solidaridad y transformación que eligieron para festejar el cumplemes de Félix, quien 30 días antes había volado, o más bien, trascendido, para siempre.