SEPARADAS AL NACER: UNA HISTORIA DE PELÍCULA

Lola y Mirta fueron separadas al nacer. Una de ellas, desde Neuquén, vio a su hermana en la televisión y no dudó que era su hermana gemela. 50 años después se conocieron.

NACIONALES05/10/2019

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La de Lola y Mirta es una historia tan increíble como emocionante. Una de ellas, desde Neuquén, y la otra desde Moreno, provincia de Buenos Aires, vivieron años sin saber de la otra hasta que a los 50 años, por casualidad o destino, se encontraron tras haber sido separadas al nacer y adoptadas por familias distintas.
 
"Yo aparecí hablando en un noticiero, por un hecho que había sucedido en la ciudad donde vivo. Y en Neuquén le dicen a ella: 'Saliste en la televisión'. Y era imposible", cuenta Mirta desde el estudio de Quién quiere ser millonario. Lola cotinúa la anécdota: "Cuando me avisaron me quedé mirando todo el día televisión, hasta que a la noche pasaron un resumen de noticias. Y de pronto la ví: los mismos gestos, la misma voz, '¡Era yo!'".

Hace algunos años, ambas confirmaron la existencia de la otra, pero las posibilidades de encontrarse eran ínfimas. Luego de “verse a sí misma” en la tele, el siguiente paso fue telefónico. El marido de Lola irrumpió en el trabajo con el celular en la mano ya que llamaba una mujer que decía ser su hermana. "Me dieron un lugar tranquilo para hablar. Lo primero que ella me preguntó es si yo había sido feliz. Y la verdad es que sí, las dos fuimos muy felices con nuestros padres adoptivos. Solamente fallaron en no contarnos la verdad".

Ambas eran hijas de una persona que no las podía tener y las entregó a dos familias diferentes: "Cuando me enteré que no era hija biológica de mis padres, agarré mi partida y ví que habían avalado mi nacimiento tres tíos. Dos ya estaban muertos, llamé al tercero y le pregunté qué había pasado. Me dijo que él había ido a buscarme a un lugar, y que había otra nena, a la que ya se habían llevado".

A aquella primera conversación tímida entre dos mujeres iguales, aunque con distinto look, le siguió un encuentro cara a cara en Moreno. "Empecé a temblar como una hoja. Fue vernos y abrazarnos, llorar. ver además que tenía unos sobrinos de sangre, tan grandes, tan lindos...", cuenta Mirta. "Hablamos mucho, nos imaginamos cómo hubiera sido nuestro paso por la escuela, tomarle el pelo a los novios, a los amigos por el parecido".

El destino quiere que Mirta y Lola sigan compartiendo lo que en 50 años no pudieron. Por eso ahora esperan viajar juntas a España, donde Mirta debe a someterse a un tratamiento por sus problemas reumáticos, "Si ganamos lo suficiente me gustaría acompañarla" dice Lola. Los 180 mil pesos que ganaron este viernes seguramente colaborarán con la causa.



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