LA VERDADERA HISTORIA DE LA OMA

Una de las canciones folklóricas más populares de nuestro país tiene una historia y muy pocos la conocen. Una historia de amor, de trabajo y soledad. Conocela

NACIONALES26/11/2019

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Marta Hoffner nació en Brasil, el 12 de Octubre de 1907. Fue la quinta hija de un matrimonio alemán que se instaló en la colonia suizo-alemana, Santa Catalina, establecida al sur de Brasil.

Ya en su juventud, la joven Marta conoció a quien sería su compañero, Armando Rabe, un joven alemán que llegaba de Europa con su familia en busca de trabajo y paz. Sin embargo, la familia de Rabe no permaneció mucho tiempo en Brasil y, en busca de mejores tierras, se trasladaron hacia los países limítrofes. Primero incursionaron en Uruguay y luego, finalmente, se instalaron en la localidad de San Bernardo, en la provincia de Chaco.

Dos años después de que Marta y Armando se vieran obligados a separarse por la distancia, la pareja volvió a encontrarse cuando Marta decidió dejar Brasil e instalarse también en la provincia chaqueña. La pareja entonces se asentó en los campos argentinos y tuvieron tres hijos, dos mujeres, Ana y Gerda y un varón, Martín.
Marta adoptó el sobrenombre de “Oma” ya de mayor, puesto que significa “abuela” en alemán. Debjo de sus arrugas y de la piel curtida de trabajar bajo el sol, La Oma escondía sus rasgos áridos, su piel blanca y sus ojos azules y transparentes. Además de criar a sus tres hijos, trabajaba arduamente la tierra de sol a sol. En el monte chaqueño, el matrimonio cultivaba algodón y criaba vacas, aves de corral, gallinas y chivos.

En los años 50, Armando Rabe se separa de Marta y se instala en la provincia de Buenos Aires, junto con su hijo Martín. Las hijas de La Oma también abandonan el hogar años después, cuando Ana se muda a Estados Unidos y Gerda se instala en la ciudad, lejos del monte chaqueño.

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Monumento a La Oma en Aldea San Antonio

Así, en su rancho de adobe, rodeado del infinito e inhóspito monte, La Oma pasaba su vida sola, con la única compañía de su loro, Pedro.
En el año 1975, el grupo folclórico “Los Altamirano“, compuesto por los hermanos Daniel, Julio y Mario son invitados a la provincia de Chaco y recibidos por el doctor Esteban Alejandro Mauro, para quien trabajaba la hija de Marta, Gerda. Para agasajar a los invitados, Mauro le pide a “La Oma” que prepare un chivito y es así como se da el encuentro que marcaría el nacimiento de una de las canciones más famosas de nuestro país.

Daniel Altamirano se vio fascinado e inspirado por la vida de esta mujer luchadora y solitaria y compuso la poesía “La Oma“, a la cual, años más tarde, el trío San Javier le añadiría el ritmo de chamamé y finalmente, en 1977, “La Oma” se estrenaría bajo la interpretación de “Los 4 de Córdoba” con un éxito rotundo.

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En los versos de La Oma, se cuenta la historia de la mujer de campo, trabajadora que carga con una familia y lucha a la par de su hombre cultivando la tierra, por lo que no es difícil imaginar el por qué de la aceptación masiva del público.
El 19 de noviembre de 1994, Marta Hoffner, La Oma, fallece a la edad de 87 años y sus restos se encuentran en el cementerio de San Bernardo, en Chaco.

Ahora que conocés la historia, cantala

La Oma

La Oma es una mujer
De setenta y pico de años
Vive en el monte chaqueño
Cerquita de San Bernardo

Tiene los ojos azules
Como el agua de los mares
Porque vino de muy lejos
Y el cielo quedó en su sangre

Hay que entrar por las picadas
Para llegar a su rancho
De barro y apuntalado
Con quebracho colorado
Lleno de arboles el patio
Y herramientas de trabajo
Una volanta, un arado
Y el paisaje de su Chaco

La Oma es feliz con poco
Digamos que mejor con nada
La Oma era rubia y se ve
Que era una linda alemana

La Oma es feliz con poco
Digamos que mejor con nada
La Oma era rubia y se ve
Que era una linda alemana

Que sola que está la Oma
Pero ella no piensa en nada
Como pensar en la muerte
Si la Oma es como un hada

En su ranchito de barro
Calienta a leña su pava
Conversa con un lorito
Que es con el único que habla

Hay que entrar por las picadas
Para llegar a su rancho
De barro y apuntalado
Con quebracho colorado
Lleno de arboles el patio
Y herramientas de trabajo
Una volanta, un arado
Y el paisaje de su Chaco

La Oma es feliz con poco
Digamos que mejor con nada
La Oma era rubia y se ve
Que era una linda alemana.





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