Cómo combatir a las hormigas en forma natural y económica

La presencia de las voraces hormigas representa un serio problema para un jardín o una huerta. Para combatirlas, existe un buen número de métodos naturales y económicos que pueden utilizarse tanto para destruir el hormiguero de donde provienen como para repeler sus ataques.

HOGAR, TENDENCIAS Y SALUD04/11/2020EditorialEditorial

hormigas

Agua hirviendo: Uno de las técnicas más comunes para acabar con la población de hormigas es atacar directamente el hormiguero, vertiendo en el mismo una olla grande de agua hervida, echando primero una pequeña cantidad y luego se vierte más agua cada cinco minutos. Esto terminará matando a la reina y a gran parte de la población. Quienes deseen asegurarse un resultado más efectivo, pueden mezclar detergente con el agua.

Arroz: Otro recurso que se utiliza para combatir a las hormigas consiste en arrojar un poco de arroz blanco en el camino utilizado por estos insectos, que por lo general dejan la carga que portaban para recoger los granos y llevárselos al hormiguero. En este lugar, el arroz fermenta y produce hongos que terminan matando a las hormigas.

Cáscaras de naranja: Este es un método alternativo al anterior, sugerido por quienes creen que los granos de arroz pueden ser peligrosos para los pájaros. Se trata de dispersar pequeños trozos de cáscara de naranja en el camino de las hormigas, para que éstas los almacenen en el hormiguero, donde producirán una sustancia tóxica para estos insectos.

Plantas repelentes: Otra opción orgánica para ahuyentar a las hormigas es la siembra de menta, cebolla,sésamo, lavanda o poleo cerca del hormiguero o asociándolas con las plantas del jardín o huerto, para aprovechar su poder repelente. Eso sí, debe tenerse cuidado que algunas de esas especies (como la menta) no terminen convirtiéndose en invasora (gracias a su fácil propagación).

Bicarbonato, sal o cenizas: Otro método para evitar que las hormigas ataquen nuestras plantas es esparcir alrededor de las mismas bicarbonato de sodio, sal o cenizas, que sirven para repelerlas. Debe tenerse cuidado en la aplicación de la sal, ya que un exceso en la misma puede dañar las plantas al impedirles una buena absorción el agua.

Pimienta blanca: En este caso, basta con mezclar pimienta blanca y agua en proporciones iguales, para luego pulverizar la mezcla o pintar los troncos de las planta. Este compuesto repele a las hormigas.
Sebos de levadura: Se mezclan 100 g de levadura en medio litro de agua tibia con un volumen igual de azúcar. Luego se vierte la mezcla en pequeños envases que se colocan en el recorrido de las hormigas. Estas, atraídas por el sabor y aroma de la mezcla, proceden a devorarla rápidamente. La trampa reside en que la levadura aumenta el volumen del buche de estos animales, matándolos en el hormiguero y convirtiéndolos en comida para las otras hormigas, que también morirán por esta verdadera «bomba de tiempo».



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