DATOS QUE DESCONOCÍAS A 24 AÑOS DEL ASESINATO DE CABEZAS

En este particular resumen te contamos: quién era cabezas, por qué una foto suya dictamina su muerte y el misterioso suicidio de un empresario poderosos e intocable como Yabrán. Por Matías Mowszet

NACIONALES25/01/2021

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Hoy se cumplen 24 años del asesinato de Cabezas y, si están viendo tuits o publicaciones al respecto, pero no conocen a fondo la historia, acá va un resumen

José Luis Cabezas era un fotógrafo de la revista Noticias. Pero para entender el contexto de su asesinato, hay que centrarse en otra figura: la de Alfredo Yabrán. 

Yabrán era el dueño del correo OCA y de empresas de seguridad aeroportuaria. Por afuera de lo declarado, también poseía empresas de seguridad privada para actividades "no declaradas". Es decir, cosas turbias.

Como contratista del estado y empresario de la seguridad, desarrolló una estrecha relación con funcionarios de los poderes de turno (del menemismo, sobre todo) y tuvo injerencia directa sobre el interior de las fuerzas policiales.

A partir de allí fue ganando mucho poder, al punto de mantener una relación casi extorsiva con los distintos poderes políticos y empresariales del país. 
Pero con un dato curioso, nadie sabía de su existencia. Su nombre no estaba en el debate público, como el de otros empresarios

Su perfil era bajísimo. No había una sola foto pública de él. De hecho, Yabrán le decía a su entorno que la base más importante de su poder era que nadie le conociera la cara.

Yabrán tensó tanto la relación con el poder político que el entonces Ministro de Economía, Domingo Cavallo, se pudrió en 1995 y lo expuso en el Congreso como uno de los empresarios más ricos y más corruptos del país, que manejaba muchísimas empresas a través de testaferros. 

Cavallo dijo que Yabrán era el líder de la mafia más grande del país, y que se mantenía impune gracias a la complicidad de sectores del poder político y jueces amigos. 
Yabrán era sacado de las sombras e instalado en el debate público. 

Sin embargo, lo curioso (e increíble visto desde 2021) es que, como no había una sola foto de Yabrán, los diarios no tenían que imagen poner. Hablaban de Yabrán pero sin imagen. Algo que, ya en esa época, era poco común en la gráfica.

Durante casi un año, el país debatió sobre si Yabrán era inocente o culpable, sin conocerle la cara. 

Obviamente, el desafío para los medios de aquel momento era conseguir una imagen de él.

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En esa misión se embarca el equipo de la revista noticias: Gabriel Michi como reportero y José Luis Cabezas como fotógrafo. Equipo clásico del periodismo gráfico de antes. Ellos se enteran que Yabran vacacionaba todos los veranos en Pinamar.

Descubrieron, a través de fuentes del hotel en el que se hospedaría, cuando volvería. Era en febrero. Allí fueron y lo encontraron. No pudieron sacarle fotos en el hotel, pero lo siguieron hasta la playa y aprovecharon el espacio abierto.

Tres personas: Cabezas, Michi y la esposa de Michi, armaron el operativo para sacar la foto. Michi y su esposa posarían ante la cámara de Cabezas, que estaría enfocando el zoom hacia la figura de Yabrán atrás. Un plan perfecto.

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El resultado fue esta foto de Alfredo Yabrán caminando por la playa con su mujer. Por primera vez, la prensa tenía una foto de Yabrán, para ponerle una cara a ese nombre tan misterioso que había copado el foco de la agenda. 

Los empleados de seguridad de Yabrán amenazaron a Cabezas, a Michi y, sobre todo, a la revista Noticias. Ofrecieron una importantísima suma de dinero en coimas a la revista para que no publiquen las fotos.

Finalmente, el 3 de Marzo de 1996, la revista Noticias sale con esta tapa. La cara de Yabrán, por fin, revelada y en primer plano. 

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El 1996 va a ser un año complicado para Alfredo Yabrán. Rota su mística del personaje en las sombras por la foto de Cabezas y, además, imputado por delitos de lavado de dinero, es obligado a salir de la zona de misterio y mostrarse. 

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Cuando Michi y Cabezas regresan a Pinamar (que era Yabranlandia) al verano siguiente para cubrir la temporada para la revista, la gente de Yabrán les hace sentir todo el peso de la hostilidad que le tenían. 

Los amenazaban de muerte telefónicamente de manera frecuente y les pincharon las ruedas del auto. Cuando Cabezas se disponía a denuciar el acoso que estaba sufriendo, ocurrió el asesinato.

José Luis Cabezas fue encontrado muerto el 25 de Enero en un auto incendiado en Pinamar.

El policía Gustavo Prellezo lo secuestró, le esposó las manos, le metió dos tiros en la cabeza, lo metió en su auto y lo prendió fuego. 

Inmediatamente, la prensa, la opinión pública y la justicia apuntaron a Yabrán, que esperaba que el hecho pudiera tener un perfil más bajo, pero no. El velo de su impunidad se estaba corriendo.

Yabrán fue acusado por el crimen de José Luis Cabezas y decidió que la mejor manera de limpiar su imagen era salir definitivamente de la cueva de misterio y dar una entrevista en televisión abierta. Hablar en público por primera vez.

Lo que pasó en esa entrevista, que le concedió al programa Hora Clave del periodista Mariano Grondona, fue que Yabrán cayó en contradicciones e inconsistencias que lo deslegitimaron absolutamente. Pero hubo algo más grave.

Muchos analistas sostienen que la gente reaccionó a sus expresiones faciales, a su mirada. Que la gente sintió, solo con verlo, que era un tipo re contra turbio. Era un tipo tan acostumbrado a las sombras que no supo salir a la luz sin que se le noten las mañas. 

Finalmente, en 1998, el juez José Luis Macchi le dictó una prisión preventiva a Yabrán que se fugó y se mantuvo prófugo durante 5 días. Cuando la policía lo encontró, se encerró en el baño y se pegó un tiro en la cara con la escopeta. 

Su cara quedó desfigurada y eso dio lugar a cientos de teorías sobre que el muerto no era él; y que todavía está vivo en alguna parte del mundo. Todas infundadas.

En el 2000, condenaron a perpetua al asesino de Cabezas, Gustavo Prellezo, y a otros policías que participaron como cómplices. Aunque todos hoy gozan de libertad (en el caso de Prellezo condicional)

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Se cree que el caso aceleró la caída del menemismo, hundió las chances del duhaldismo de saltar al plano nacional y fue determinante para el triunfo de De La Rua en 1999. 

Si quieren profundizar sobre las teorías de Yabrán fingiendo su muerte, hay una que dice que la marca de ropa AY NOT DEAD es en realidad de Yabrán, operada con testaferros, y que el nombre es un mensaje críptico de Alfredo Yabrán Not Dead.

Por Matías Mowszet 



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