LA MISTERIOSA E INCREÍBLE HISTORIA DE YOYO CAVALLERO, EL BIELSA DEL BÁSQUET ARGENTINO

Campeón mundial universitario. Premiado por Perón y relacionado luego con Menem. Fue el primer Dt argentino en dirigir en Europa. Impulsor de la Liga Nacional de Básquet. 40 años de docencia en el básquet federal y 28 como desaparecido. Una vida de película. ¿Quién fue el pilarense Yoyo Cavallero y qué fue de su vida?

LOCALES28/02/2021

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Si hay algo que amamos hacer, es recomponer historias del pueblo donde vivimos, en este caso de Pilar de Santa Fe, por si la nota se expande más de lo impensado. Nos referimos a esas historias que valen la pena sacar a flote y de las que luego, en la calle, la gente al cruzarse o cruzarnos, manifiesta el asombro y el no haber tenido conocimiento sobre las mismas. Entonces, esa misma gente, pasa a adueñarse de esa historia y sobretodo, del personaje en cuestión.

Y esta vez, ese personaje se llama José Felix Cavallero, mejor conocido como "Yoyo". De él, hasta hace un par de días, sabíamos que era un pilarense más de los tantos exitosos en lo suyo  y reconocidos en el libro del Centenario del Pueblo, publicado en 1976. Ese libro, es oro puro, e indispensable a la hora de recurrir a la información de nuestro pasado y al mismo recurrió hace unas semanas Ariel Cecotti, uno de los impulsores del retorno del básquet dentro del Club Atlético Pilar luego de 40 años de inactividad total.

Ariel nos cuenta que buscando información sobre los últimos años de la disciplina, se encuentra con en la página 124 con la imagen e historia de Yoyo. Claro que esa historia cortaba abruptamente como todas las demás de esa revista centenaria, en 1976. Pero en ella reconocían a un pilarense que había sido nada más ni nada menos que campeón del mundo juvenil con el seleccionado argentino universitario en Alemania en 1953. Y que luego, al transformarse en DT, el tiempo hasta esa fecha lo colocaba como uno de los exponentes más importantes de ese deporte en el ámbito nacional, dirigiendo y trabajando en clubes como Racing de Avellaneda, Boca Juniors entre otros nacionales e internacionales como el Mataró Molforts de España.

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Pero Ariel nos impulsó a más. Nos tiró una puntita que había visto en Google, buscando algo más sobre Yoyo y nos abre el juego con: "Nosotros vamos a hablar con la gente de Museo de Pilar, para que nos confirmen esta historia, así podemos presentar al club la propuesta de que la cancha lleve el nombre de Yoyo, pero buscando, nos dimos cuenta que este hombre fue mucho más reconocido de lo que dice ese libro. "

Y ahí fue cuando pusimos manos a la obra. Ya que también somos colaboradores del Museo, hablamos con algunos de sus integrantes, y como aún desconocían la historia de Yoyo, les dijimos que íbamos a movernos para hacerlo. 

Lo primero que queríamos chequear era si en verdad había nacido y vivido en Pilar, dónde? en qué casa? tendrá parientes aún en el pueblo? tendrá amigos vivos que nos cuenten detalles sobre su niñez y adolescencia? 

foto (6)Yoyo de pequeño, foto familiar con su madre de apellido Beltramino y 2 hermanas: Cuca y Pini

Yoyo, nació en Pilar el 12 de Mayo de 1934 y vivió aquí hasta por lo menos los 14 años, ya que su familia, por problemas económicos decidió mudarse a la Capital Provincial. En esa ciudad siguió despuntando el vicio y la pasión del basquet, aprendida en la vieja pista de baile de Atlético Pilar y luego ya en Regatas aplicando más conocimientos y roces de competencia regional.

No obstante, según nos comentaron a  INFO Mercury sus primos hermanos Nenín Valentini y H. A. Cavallero, nunca dejó de visitar su terruño natal. 

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"Ellos vivían en la casa de dos pisos ubicada en Avenida San Martín, donde ahora vive el camionero y ex carnicero Lozano, esa casa la construyó Pedro en 1944, el año del terremoto de San Juan, por eso la pidió antisísmica!!!! Debe ser la única en Pilar y la región levantada en esas condiciones" nos remarca el Dr Valentini, a quien visitamos esta semana y que nos puso al día con todo el árbol genealógico Cavallero que nos sirvió para constatar y confirmar que Yoyo era bien pilarense. Y nos agrega: "al lado de esa casa, donde hoy está el estudio Gerlero, tenían la administración del remates ferias Cavallero hermanos, el más grande e importante de la zona por ese entonces. Y en la esquina, donde hoy vive Leyendecker, vivían los Beltramino, nuestros abuelos, Yoyo también solía parar ahí cuando venía los veranos completos a Pilar ya de adolescente."

Nenín, con una memoria intacta e intachable, nos confirma que Yoyo practicaba básquet con ellos en la cancha de Atlético Pilar, aunque también nos remarcó un par de veces que era difícil hacerlo, ya que "los más grandes" nunca les dejaban usar los aros y que por ese entonces el tenis criollo también se jugaba sobre la misma pista de cemento, siendo por ese entonces más importante ese deporte individual que el propio baloncesto. Eso llevó a los más jóvenes a fundar el Club Almafuerte, detrás del Cine AStral y luego mudado a la cortada el Pipi Bender y Bonetto donde funcionó unos años más, pero ya con Yoyo Inmerso en el básquet universitario.

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A los 18, Yoyo decidió ir a estudiar veterinaria a Buenos Aires. Se acercó a entrenar al Racing Club de Avellaneda, donde despliega una gran performance que obligó luego a los seleccionadores nacionales de universidades, a incluirlo en aquel equipo argentino que en 1953 se consagró campeón mundial juvenil en Alemania. Ese equipo ganó los 12 encuentros que disputó, y dentro del team había grandes valuartes del basquet nacional y mundial que ya venían de obtener el mundial de 1950.

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Al retorno, estos jugadores son premiados por el mismo Juan Domingo Perón, con un vale de $90.000 de aquel entonces para retirar un automóvil como premio. 

"Yoyo no quiso el auto, fue y se compró con la mitad de ese vale que le dio Perón una moto marca Ariel. Se sentía mas libre así. Y con ella venía a Pilar por Nuevo Torino, todo por camino de tierra. Ese premio que les dio Perón les trajo a todos un lío bárbaro" nos aporta Nenín con sus 87 jóvenes años. 

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Recorte de un diario de Bahía Blanca, el cual detallan un viaje en moto de Yoyo y un amigo desde Santa Fe, solo para ver un partido de básquet. El fanatismo y la locura por el deporte iban de la mano.

El "lío" tiene que ver con la llegada de la Revolución Libertadora. Para los que no la conocieron o saben de qué se trata, tras el derrocamiento de Perón en 1955, comienza un proceso en el cual se acusaba injustamente a deportistas, de profesionalismo y cientos de ellos, como esta generación dorada del basquet, fueron suspendidos e inhabilitados para jugar de por vida. 

Esto sin dudas, arrancó de cuajo la época de oro del deporte. Yoyo con tan solo 21 años, queda fuera de las canchas, pero se no se resigna y comienza a prepararse como dt, dando sus primeros pasos en la Academia de Avellaneda donde hasta ese momento venía luciéndose como jugador. 

Cavallero, fiel a su estilo, no paró de aprender y estudiar el básquet como ninguno de aquellas épocas. Su juventud e impronta, lo hacían diferente  a los demás entrenadores.  

Lentamente, Yoyo, se convertiría no sólo en un coach reconocido a nivel nacional, sino que sería un anticipado de todo lo que vendría décadas después en el deporte de conjunto. Él se preocupaba y ocupaba  integralmente del jugador, educándolo física, técnica, psíquica y socialmente. Según afirman quienes lo conocieron, era todo un investigador del deporte, un riguroso revisionista de cada aspecto del ataque y la defensa, fijándose horas en el trabajo jugador por jugador para que el equipo mejore. Muchos lo trataban como loco, pero el tiempo luego, le terminaría dando la razón.  

117755831_3377928768933672_5032104812187360378_oYoyo muy joven, arribando a MATARÓ España, convirtiéndose en el primer Dt argentino en dirigir en Europa, de donde trajo conceptos e ideas antes nunca contadas en sudamérica.

“Vivía para y por el básquetbol, siempre con una mirada y actitud dirigencial, preocupado por mejorar la estructura del deporte. Le dedicaba las veinticuatro horas del día a lo suyo”, sintetiza en una nota de basquetplus Luis Martínez, expresidente de la Asociación de Entrenadores al hablar de la forma con que encaraba Cavallero su labor. 
 
Como Dt militó en diferentes equipos de Rosario, Cañada de Gomez, Santa Fe (Unión), Buenos Aires (Racing y Boca Jrs) y Santiago del Estero, donde se "instaló" en 1973. Aunque, como todo bohemio y solterón sin pocos compromisos, nunca se quedaba quieto y en esas 2 décadas iba y venía, renunciando cuando algo no le salía o gustaba y encarando nuevos proyectos en otras provincias o países, como lo hizo en Venezuela a mediados de la década del 80.  

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Quizás por eso, nada lo ató cuando se convirtió en el primer Dt argentino en dirigir en Europa, más precisamente en España, algo antes nunca visto para un Dt sudamericano. Cuenta la verdadera historia del Básquet, que de allí trajo Yoyo la idea para plasmar en Argentina la Liga Nacional de Básquet de hoy en día: Impulsando a su gran amigo y colega León Najnudel para que lidere el proyecto que años después se concretó con total éxito y necesidad.

Muchos protagonistas del deporte hoy lo desconocen, aunque el verdadero entorno de Najnudel y de los amantes del Basquet de los 80 saben muy bien que Cavallero tuvo mucho que ver con esos inicios, aunque no haya querido ser parte de ellos desde la gestión misma.  

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José Félix eligió seguir haciendo lo que amaba, enseñar y entrenar jugadores de básquet y eso lo hizo durante 4 décadas. Tomando y soltando proyectos, abriendo puertas y pegando portazos a su antojo, ya que repetimos, su impronta personalidad hacía que muchos no le siguieran el ritmo, o lo trataran de loco o exagerado con sus formas. 

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Entrevista en Diario El Litoral presentándolo como nuevo DT del Básquet Tatengue. año 1987

“Yoyo era un tipo orgulloso, se movía siempre solo, no dependía de nadie. Recuerdo que la muerte de su madre hizo un clic en su persona, medio que se abandonó, se dejó estar." comentó en una nota sobre su vida el periodista rosarino y amigo personal Armando Cisneros, quien intimó con él mucho en la última etapa de entrenador. Un detalle no menor en lo que viene luego dentro de su fascinante historia.

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En Santiago del Estero deja su mejor marca como "Profesor" (así lo llamaban todos). Impulsa el minibasquet, promueve e insiste con la idea de que los jugadores deben comer bien, dormir bien, viajar cómodos, no salir de noche. Todo un visionario, ya que todo esto lo exigía solo, inclusive sobrepasándose sobre los propios dirigentes y anticipando trabajos segmentados que años después vendrían a hacer los psicólogos deportivos, nutricionistas de clubes, managers, etc.

En 1993, venía dirigiendo a Olímpico de La Banda (Santiago del Estero) en un ambicioso plan deportivo con importantes jugadores e inclusive uno norteamericano. El objetivo preciso era lograr nuevamente el ansiado ascenso a la primera categoría de la Liga Nacional.

1993, Proyecto Alfa Omega, Club Ciclista Olímpico La Banda - Oficial

Pero ese Dream Team norteño, no demuestra en números o estadísticas lo que el público y la dirigencia esperaban, no obstante, desde el club pensaban renovarle el contrato para que siga haciendo escuela, ya que para ellos y para muchos que lo tuvieron como Dt, era simplemente el Profesor Cavallero. 

Algo sucedió en ese entonces, justo después de una dura derrota y nadie aún puede explicar qué. Justo un 28 de Febrero como hoy, pero de 1993. Yoyo debía presentarse en el club como cualquier día laboral y no lo hizo. Al consultar en el Hotel Trento donde vivía, abrieron su habitación y ya no estaba. Dejó todo (documento de identidad, pasaporte, ropa, calzado, bolsos, apuntes, todo lo que tenía aquí) Justamente ese día que como dijimos, desde el proyecto Alfa Omega le iban a ratificar el mando absoluto del equipo con los jugadores que él debía indicar que seguirían a su lado. Inclusive nos enteramos estos días, que entre sus pertenencias, había un libro del Centenario de Pilar, ese que nos trajo a su cautivante historia. 

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De ahí para acá, todo es misterio. Pasaron unos días y nadie se preocupó demasiado, ya que solía hacer esos desplantes en cada lugar donde trabajaba.

Luego pasaron semanas, y todo su entorno seguía esperando que aparezca con total normalidad para reactivar una nueva pretemporada, exigiendo nuevos jugadores y proponiendo nuevos objetivos a cumplir. Pero no apareció más, se lo tragó literalmente la tierra. Tampoco supo nada de él su novia Toti, como tampoco sabían si sufría de alguna enfermedad, ya que encontraron entre sus pertenencias medicamentos para calmar el mal de Parkinson.  

Yoyo no firmaba contratos, sino que creía en la palabra y en su trabajo.  “Mire, yo no acostumbro a hacer contratos; si me van a pagar, me pagarán y si no, dejarán de hacerlo” fue una de sus tantas llamativas declaraciones a medios que seguían su carrera. 

Lo cierto es que tras su desaparición física se tejieron una y mil hipótesis: desde que era un desaparecido más de la política ligada con Menem, hasta que lo habían visto por Chilecito manejando una camioneta o en un bar de Buenos Aires pidiendo comida y en un estado de abandono considerable.

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Yoyo dirigiendo un entrenamiento en Club Olimpico de Santiago del Estero. Prácticamente vivía en los clubes donde dirigía. En ellas pasaba horas con jugadores, dirigentes y perioistas, hablando siempre de básquet. 

También es cierto que 2 de sus hermanas, Cuca y Pini Cavallero, nacidas en Pilar pero con vidas hechas en Rosario y Estados Unidos, movieron cielo y tierra para encontrarlo, sobretodo al momento de tener que dividir una herencia que habían dejado sus padres, pero Yoyo nunca apareció a reclamarla. 

"Lo que muy pocos saben es que un par de años después de su desaparición, nos llamaron para reconocer un cuerpo que habían encontrado. Así que viajé hasta Santiago para reconocerlo, pero no era él." contó a INFO Mercury Jorge Luppi, odontólogo rosarino y sobrino preferido de Yoyo.

Y nos agrega un dato más: "Yoyo había dirigido en un equipo a Ramón Hernández, un riojano que terminó siendo luego Secretario de Carlos Menem, a él una vez le envié una carta y me respondió desde la Casa Rosada que busquemos por Chilecito, pero cuando fuimos nadie reconocía sus fotografías. Una vez me puse a enviar cartas por correo a cada uno de los clubes de básquet de esa región riojana, adjuntando fotografías de Yoyo, nunca nadie me respondió."

Al día de hoy, Yoyo tendría 87 años. Nadie sabe ni puede certificar si sigue con vida o falleció en alguna de sus tantas travesías solitarias. Por años pasó a ser una leyenda más que muy pocos recuerdan, y cada tanto fue nombrado en diversos artículos periodísticos que cada 28 de Febrero hablaban de su misteriosa desaparición. 

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El Liberal 24-04-05-BHasta un documental está en marcha sobre la vida de Yoyo Cavallero, de la mano de Jorge Noro, un cineasta nicoleño, que hace tiempo descubrió esta increíble historia y decidió convertirla en documental. 

Claro que desde INFO Mercury lo localizamos, sin siquiera tener los datos que luego pudimos recolectar. Sabíamos que para captar su interés, debíamos mover cielo y tierra para obtener esa info que seguro le faltaría anexar, de la vida de Yoyo en Pilar.

Luego de dialogar con familiares, amigos de su época, árbitros y periodistas de básquet de la región, juntamos el material y lo pusimos a disposición para entregárselo a los archivos de Noro.

Además de conocer la casa, la historia familiar en Pilar y detalles de personas que lo conocieron y que aún viven para contar vivencias compartidas por ese entonces, Jorge quedó sorprendido con que justamente 28 años después de su desaparición, un grupo de basquetbolistas quiera poner el Nombre de Yoyo en una nueva cancha, precisamente en el Club de sus inicios deportivos y tras 40 años de inactividad total de la disciplina en la localidad. 

150789935_2891849121086858_2581290903583011653_n (1)Nueva cancha del Club Atlético Pilar, donde luego de 40 años se volvió a enseñar básquet. 

"Al pueblo de PIlar les quiero decir que Yoyo era bien pilarense. No tengan dudas de eso. En mis años de investigación sobre su vida, más de un protagonista cuenta que cuando a él lo tildaban de porteño engreído, les respondía que no era porteño, que él era de Pilar de Santa Fe, inclusive en algunas notas lo remarca en primera persona." nos comentó en confianza Noro en una de los tantos contactos telefónicos de esta semana.

Y agregó el cineasta que con toda esta información que se suma ahora de su pueblo natal, le dieron ganas de visitar nuestra localidad. "Es el único lugar donde no puede ir aún, ya que estuve por Rosario con sus familiares y amigos, también en Santiago del Estero, en Buenos Aires, recolectando material de todo tipo para este documental. Ojalá tomen desde el Club esa decisión tan acertada de ponerle su nombre al estadio, si eso sucede, estaré ahí para registrar ese momento y sumarlo al documental. Quiero estar ahí y recorrer las calles donde nació esta leyenda del básquet nacional".

Entrevista completa a Jorge Noro, dialogando sobre su documental ante seguidores de su último club dirigido

Para finalizar, y si llegaron a estas últimas líneas, creemos que lograron quedar atrapados al igual que nosotros, por esta apasionante biografía. La vida de un pilarense más que resurge casi completa. Casi decimos, por el hecho de que hasta este momento, la mayoría de nosotros la desconocía o solo algunos se habían quedado con lo desarrollado en el libro del centenario del pueblo en 1976. 

Pero corrió mucha agua bajo el puente de la vida de este personaje en los siguientes 20 años, y sin dudas en los últimos casi 30 donde la tierra misma lo tragó sin dejar rastro alguno sobre él. 

El pilarense Yoyo Cavallero fue sin dudas, para muchos, el Bielsa del Básquet argentino. Un loco lindo, bohemio, porfiado, solitario y tenaz. Impulsor desde las sombras de su soledad misma, de la Liga Nacional de Básquet que tantas alegrías y proezas trajo al deporte argentino. Creador y decisor de su propio camino y destino, ese que solo él conoce, aunque para los que lo vivieron de cerca o para los que comienzan a conocerlo, sea mejor creer que nada malo le pasó, que sigue divagando por el tiempo y por cada rincón del país, donde pique una y otra vez la naranja contra el piso. 



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